Una mirada activa y “poliédrica” heredada de las vanguardias heroicas que fueros capaces de amoldar las formas de su entorno a sus propias estructuras intelectuales y emocionales.
Piezas de caracter geométrico y emparentado con la aquitectura.
Crítica a la cultura del ladrillo y que ha dejado el paisaje lleno de estos grandes esqueletos vacios pero no carentes de belleza.
Para la realización de las piezas se tuvo que experimentar con porcelana con papel y con la téncica constructiva, a base de planchas finas.
Trabajo laborioso y artesano en el que la última palabra la tiene el calor del horno que retuerce las piezas a su gusto.